La Palabra, el nombre, la sangre | Estudios Biblicos |

2 Corintios 10.4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

Cuanto más nos acercamos a la segunda venida de Jesús, mas ferozmente ataca Satanás. Trata de derrotar a la iglesia como cuerpo y como individuos.

No hay ninguna esperanza para vencer al diablo sin una revelación del poder de la Palabra, del nombre, y de la sangre de Cristo.

La Palabra de Dios no es solamente un arma defensiva sino también ofensiva. Al hablar la Palabra con fe, empleamos una espada de doble filo que destruye al enemigo.

Jesús nos dio un poder legal para usar: Su nombre. El creyente que tiene fe en el poder del nombre de Jesús y que usa, hará mucho daño al reino de las tinieblas.

La sangre también es un arma poderosa. Expresamos a través de la oración y la alabanza, palabras para poner la sangre por fe sobre lo que necesite protección.

La gracia de Dios nos inunda con bendiciones mientras oramos de acuerdo con la Palabra de Dios, en el nombre de Jesús, dependiendo de la sangre derramada.

La Palabra, el nombre, y la sangre, están primero en la lista de esas herramientas simples, pero poderosas, las cuales han sido entregadas a la iglesia para derrotar totalmente a Satanás.

¡Usa tus armas espirituales!

Si esta pequeña predicación te ha abierto los ojos a las armas tan poderosas que tienes como hijo de Dios haz esta oración:


“Padre, ¡gracias por darme tu Palabra, tu nombre, y tu sangre, para que no sea débil e indefenso contra el diablo!”

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

AMEN hermanos esas tres armas son [nuestras] demos gracia a nuestro Dios padre jesucristo por ellas. Dios los bendiga

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