Los hijos: una gran bendición y una gran responsabilidad | Estudios Biblicos |

Proverbios 22.6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de el.

Los hijos son una bendición del Señor (Salmos 127:3), pero también una gran responsabilidad. Es muy importante entender que somos mayordomos de los dones y los talentos que Dios nos ha dado, no los dueños.

Como tales, debemos buscar la voluntad de Dios para nuestros hijos y encaminarlos en esa dirección. Es necesario que nuestros hijos aprendan la diferencia entre el bien y el mal, debemos amarlos incondicionalmente, y cuando sean adultos darles la libertad para seguir su propio corazón. Es necesario enseñarlos a fundamentar sus vidas sobre la Roca firme “Cristo Jesús”.

La corrección apropiada y guiada por Dios es vital para el desarrollo del niño. Corregir a un niño de una manera que no es bíblica puede ser peor que simplemente no corregirlo.

Como padres, nuestras palabras tienen un efecto dramático, y a veces permanente en nuestros hijos. Por lo tanto, debemos tener cuidado de usar las palabras adecuadas para edificar y no para destruirlos. Debemos orar que el Espíritu Santo nos ayude a entrenar a nuestros hijos basados en la Palabra de Dios, no como el mundo lo hace, sino como Dios nos enseña.

Recuerda, si instruyes bien a tus hijos cuando son niños, cosecharás buenos frutos cuando sean adultos.

Aun si no tienes hijos en el presente, ora así:


“Padre, dame entendimiento acerca de tu voluntad para mis hijos, para que pueda criarlos en tu voluntad. En el nombre de Jesús, ¡amén!”

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1 comentarios:

Unknown dijo...

que pasa cuando un hijo se aparta a pesar de haberlo instruido en el camino de DIOS??

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